Hasta un reloj parado consigue estar acertado dos veces al día.


jueves, 2 de mayo de 2013

Primer trabajo de Literatura y Filosofía. Ensayo.

 Tic, tac, tic, tac. Las agujas del reloj continúan. Las agujas del reloj no se paran.  Sin prisa pero sin pausa. No existe el pause, ni el stop. Y si el reloj se rompe, hay millones de relojes más latiendo. Relojes. El hierro se oxida. El café se enfria. Las pieles se arrugan. Las mentes se estropean (o se arreglan). El tiempo. ¿Por qué pasa el tiempo? ¿Por qué ahora, de repente, la vida es breve? Supongo que estas preguntas también se las hacían las personas que vivían en el Barroco. Cuando eres pequeño, la vida es inmensa, eres inmortal. Eres feliz, te dan todo, vives tu infancia, en el idealismo. No ves mas allá de la Game Boy o de salir a jugar con las Barbies. Esa es tu realidad en un periodo de tiempo; no estás definido, no sabes quien eres, pero tampoco tienes interés en saberlo ni te lo has preguntado nunca. Se podría decir que mi vida cuando tenía 5 años era feliz, o eso creía yo, pero en realidad era una mierda. No sé como explicarlo. Me levantaba cuando quería, mi madre me preparaba el desayuno, jugaba conmigo, me hacía la comida, me llevaba al cole, me daba besos y me leía cuentos para que tuviera dulces sueños. Y ahora es cuando vosotros decís: "pues que vida más guay". Pero ahora es cuando yo digo: "pues qué vida mas fría". ¿Sabéis que cuando yo tenía 5 años pensaba que los niños no podían morir? Creo que no sabía ni que existía la muerte; para mí, las personas que morían se iban de viaje sin vuelta, pero no morían, no podían morir, qué cosa tan fea. ¿En serio la gente piensa que la época más feliz de su vida era en la infancia? Si no teníamos pasiones, nuestra vida era aburridamente perfecta, o perfectamente aburrida. Sin embargo, he ido creciendo, y los años me han pasado factura, como a todos y cada uno de vosotros. Los hechos nos marcan. Poco a poco tenemos más afinidad a la hora de pensar, nos hacemos más preguntas, tenemos momentos de crisis, no le vemos sentido a nada, dejamos de creer en todo. ¿Que a dónde quiero llegar? No lo sé, pero todo esto que acabo de decir, hace que nazcan pasiones en nosotros. Hace que nos apasione la música, hace que leamos poesía y nos guste, hace que nos de un vuelco la vida. Para mí, este suceso es un misterio. ¿Por qué nos tienen que pasar cosas malas para que saquemos nuestra vena artística? Por ejemplo, en mi caso, sólo puedo escribir disertaciones filosóficas cuando estoy triste o enfadada. Entonces, ¿es malo estar triste? ¿es malo estar enfadado? ¿por qué me quejo cuando estoy triste, si eso es lo que ha hecho que toque el piano, o que escriba en este blog, o que lea poesía, o que me apasione por la música? Prefiero buscar respuestas mirando al cielo que tener una vida de plástico. Pero, a lo que iba: ¿por qué ahora la muerte está tan presente en nosotros, o al menos en mí? El tiempo pasa escalofriantemente rápido, 17 años de mi vida han pasado en un pestañeo de mis ojos. La muerte está lejos, pero a la vez tan cerca. Me gustaría pensar que no importa cuánto lejos esté la muerte, que lo que en realidad importa es lo que hagamos en vida, y que no hay que llenar la vida de años, sino los años de vida, pero es inevitable pensar en la muerte de una manera tenebrosa.

"Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón."
Steve Jobs

   En mi opinión, no se puede vencer a la muerte; polvo has sido y en polvo te convertirás, pero mientras estamos en vida, tenemos que intentar creer en algo, porque si no crees en nada, entonces no tendrás vida, no tendrás nada. Si malgastamos el tiempo, entonces el tiempo nos malgastará a nosotros, así que sal a la calle, y busca una pasión por la que vivir cuando estés triste, así como en el barroco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario