Hasta un reloj parado consigue estar acertado dos veces al día.


domingo, 17 de marzo de 2013

La verdad.

 
 El otro día, en clase, estabamos debatiendo sobre algo de lo que no me acuerdo muy bien, y Rafa dijo algo que me impactó mucho. Él dijo que decir la verdad era un acto de rebeldía, por ejemplo, si estás en clase y no te está interesando lo que están explicando, decir: "no me interesa". Todos estábamos de acuerdo en que decir la verdad era un acto de rebeldía.

   A mí (y creo que a la mayoría) mis padres me han educado, o han intentado hacerlo, en un buen entorno: han intentado que sea una persona de provecho, han intentado que sea alegre, han intentado que sea aplicada, han intentado que sea buena persona, y ante todo me han educado para que diga siempre la verdad. Hasta aquí ningún problema, pero, cuando Rafa dijo esto, nada pudo evitar que me pusiera a pensar, y desde entonces, no he parado de hacerlo y necesito escribirlo. Si decir la verdad es un acto de rebeldía, ¿mis padres me han educado para que sea rebelde? Porque, supuestamente, ser un rebelde es malo, pero, ¿y si no es tan malo? ¿tiene que ver la rebeldía de una persona con que sea buena gente? ¿por qué juzgamos sin conocer?

1 comentario:

  1. Vivimos en una sociedad en la que existe libertad de expresión, a si que para mi decir la verdad no supone ningún problema, lo que supone un problema es herir los sentimientos de alguien, y en tu caso de la clase que te aburre lo estás haciendo, porque estas suponiendo que el/la profesor/a no está haciendo bien su trabajo etc.. Puedes pensar que entonces que siempre se diga la verdad puedes herir los sentimientos de alguien...Pues puede ser verdad pero como todo en este mundo es dependiendo de las palabras en que se diga esa verdad. Bonito Blog y buen comentario.

    ResponderEliminar